domingo, 12 de mayo de 2013

KINICH AHAU - DIOS DEL SOL - historia arquetípica



Kinich Ahau es un sumo sacerdote que vivió entre los mayas en su edad dorada; es el supremo jerarca del linaje de los sacerdotes solares o Ahaukines.
La entidad biológica del ser que encarnó Kinich Ahau, fue producto de un cultivo genético, que resguardo la pureza primordial de los sacerdotes atlantes conocedores de la energía atómica solar y que llegaron a las costas de la península de Yucatán, llevando consigo su supremo ministerio.
Varias generaciones cultivaron la más excelsa semilla, para producir un ser capaz de tener una bioestructura lo suficientemente poderosa para vibrar en consonancia con la fuerza solar. Este ser especialmente diseñado, alcanzó a su mayoría de edad, la capacidad de hacer vibrar dentro de su ser la armónica solar y con ello reconquistar la refulgencia del espíritu; en ese momento recibe el nombre sagrado de Kinich Ahau, que para los mayas representa la esencia espiritual del sol y es elegido como el supremo regente del culto al sol, del linaje de los Ahaukines.
Su etimología viene de las palabras Mayas:
Kin = Sol, Energía, Movimiento, Día, Vibración, Sagrado, Luz.

ich = Rostro, Faz, Cara, Reflejo, Espejo.

hau = Señor, Esencia, Sacerdote, Guía, Maestro, Instructor.
Uniendo los diferentes significados podemos conformar una expresión más completa de Kinich Ahau: 
“El Señor con el Rostro del Sol”, 
“El Señor Espejo del Sol”, 
“La Luz que Ilumina el Rostro”,
Kinich Ahau al proceder de la antigua genética atlante, así como también de la semilla que los seres estelares dejaron sobre la tierra, manifestó una estructura física alta, robusta, fuerte, de piel blanca y de cabellos rubios, muy distinta a las características físicas de los nativos del lugar; su exquisita belleza y sus cabellos dorados como el sol, hacían que el pueblo le llamara el sacerdote del rostro solar, o el Kinich Ahau. 
El cultivo genético que los antiguos maestros sabían desarrollar era con el propósito de crear seres de cualidades puras, de fuerzas inconmensurables mas allá de lo humano, tomando la secuela genética y estructural de los seres de las estrella que han visitado a la tierra, procedentes de las pléyades, sirio, alfa centauro, etcétera, por ello vemos que los lideres espirituales son seres arquetípicos, con las mismas cualidades de gran altura, blancos, de infinita belleza en su rostro y de un porte soberano, así podemos observar que Quetzalcoalt, el hombre Dios de la cultura tolteca, poseía estas mismas características distintas al resto de la población; Wiracocha, entre los guías espirituales del pueblo andino, quechuas y aimaras, tenia este mismo porte majestuoso y con características físicas totalmente distintas a los nativos de esas tierras. 
El mismo Jesús el Cristo tiene las características de ser más alto que el resto de sus discípulos y tener un cuerpo fuerte y robusto, con rostro bello y misericordioso, de las mismas características estelares que los otros seres crísticos de las culturas nativas americanas.
Kinich Ahau se establece en la ciudad sagrada de Uxmal que significa en maya:
Uc es el aspecto sagrado de la luna (luna mística) y Maal que significa sagrado, por lo tanto, Uxmal significa "la tierra sagrada de la luna”. En ese espacio vórtice de poderosa fuerza magnética, son atraídos los rayos de luz de la mima manera en que la luna atrae los rayos resplandecientes del sol.
La figura de KINICH AHAU es UNA y TRINA a la vez, corresponde a:
1. A UN SUMO SACERDOTE: quién vivió en las Tierras Sagradas Mayas y tuvo su sede espiritual en la ciudad sagrada de UXMAL, y su retiro en la Piramide de Ak-he-nah-tún. Llevo a su pueblo a la Ascensión.

2. EL ESPIRITU DEL SOL. Representa la Esencia Divina del Sol de nuestro Sistema, es el "Dador de la Vida" para nuestro mundo. Y su divina emanación conforma la energía sutil de nuestro espíritu.

3. EL ESPIRITU SOLAR DE LA GALAXIA.- Es la poderosa presencia espiritual que emana el Centro de la Galaxia. El extraordinario Espíritu de la Galaxia.

Fuente: Eugenia Casarin, Venerable Madre Nah Kin.